Distorsionada Realidad

N/A: Bueno chicas, aquí les dejo el capítulo que escribió Pola, les aviso que como ya terminé los exámenes se reanudarán las publicaciones. Y lo próximo que verán publicado será un capítulo de Hombre de alquiler. ¡Saludos chicas!

Con amor Angylito.

Capítulo IX: Hundido

Edward Pov

Pero ahí venía el adiós, ahí venía nuestra última noche juntos y ni siquiera tuve una pista que me mostrara una señal para despedirme de ti.

No sé si tú te acordaras de mi cuando estés con otro, cerca de alguien que bese tus labios y yo no quiera aceptar la triste realidad de estar tan solo y sin ti. Tratando de olvidar tu cuerpo pero sin lograrlo. Se para mi desgracia que voy a amarte hasta el fin.

No sé si tu lloraste alguna vez, ni siquiera puedo saber si alguna vez siquiera pensaste en regresar a mí, si alguna vez dudaste al dejarme y quisiste volver a intentarlo conmigo.

Quizás te fuiste porque sabías que yo siempre te esperaría hasta el fin de los tiempos, que cuando volvieras yo estaría ahí para decirte que te amo y que nunca habrá nadie más que tú en mi vida, y quizás hasta tengas razón, porque es lo que aunque no quiera siento en mi mente y mi corazón.

Siempre que trato de buscar con quien empezar una relación apareces tú en mi mente. Siento tu voz, tu olor y veo como tu imagen llena cada espacio de mi mente.

¿Porque me cuesta tanto olvidarte sacarte por completo de mi cuerpo y de mi alma?.

Cada vez que creo que te tengo superada vuelvo a ver tus cosas y empieza todo de nuevo.

El dolor, la nostalgia… Ese sentimiento de vacío que domina mi corazón. Y una vez más la pregunta que me he hecho todas las noches durante dos años vuelve a mí.

—¿Dónde estás?.

Ya no me queda nada, nada me divierte como antes, nada me hace querer levantarme en las mañanas. Para mí eras solo tu quien tenía ese poder en mi, de hacerme feliz, de hacerme luchar día a día para ser mejor persona, porque eso era lo que tu merecías.

Pero ya no tengo por quien vivir. Esa razón me la quitaste la noche que te fuiste y me dejaste así nada más, con una simple nota que decía “LO SIENTO”.

Desde ese día juro que he tratado con todas mis fuerzas odiarte, de olvidarte. Pero una parte de mi se niega a hacerlo y debo reconocer que no quiero olvidarte… Juro que he tratado de averiguar el motivo de tu partida pero por más que me hago preguntas no encuentro ningún motivo valido para que hayas huido de la forma en que lo hiciste.

¿Tanto te aterrorizaba la idea de casarte?.

No sé porque a pesar del tiempo aún te siento aquí. Conmigo.

Es como si solo te cuerpo se hubiese ido. Pero tu esencia, tu alma aun siguen aquí conmigo, tal vez estoy volviéndome loco o simplemente es tanto el anhelo de que vuelvas que ese mismo me hace imaginar cosas que no son.

Ya no se que hacer para sacarme esta presión del pecho. Como arrancar tus recuerdos de mi mente, como borrar las imágenes de lo feliz que fuimos o que pudimos ser juntos. Es imposible no dejar que duela, es imposible seguir adelante sabiendo que no estás, estoy muriendo por dentro y no encuentro las fuerzas para luchar.

Mi Bella, no te imaginas cuánta falta me haces, porque te extraño como nunca pensé que tendría que hacerlo, salgo a caminar y siempre termino en tu departamento abrasando tu almohada llenando mis sentidos de tu olor, todas las noches termino allí, no importa en qué lugar esté. ¡Siempre vuelvo! Es como si fuera mi santuario personal. Supongo que ese el único lugar donde me permito que salgan a la luz mis emociones, donde puedo dejar que la rabia y la frustración se apoderen de mi cuerpo.

Recorro en silencio cada rincón de la casa y pienso en todo lo que me quitaste.

Recuerdo cada promesa que no cumpliste y a pesar de todo te echo de menos.

Aun me siento en aquel sofá que solíamos compartir y miro la puerta esperando que la cruces y corras a mis brazos. Pero solo es fantasía. Tú nunca entraras de nuevo por esa puerta, ya no volverás a caminar hacia mí con esa tierna sonrisa inocente. Eso lo dejaste muy claro la noche que te fuiste.

“Y ahí Edward tomó la foto de Bella, la única que había sobrevivido de uno de sus tantos ataques de rabia.

La abrazó como lo hacía cada noche y lloró porque la amaba, porque la extrañaba y sobre todo porque no podía soportar no tenerla junto a él.

Pero el destino más pronto que tarde los volvería a juntar y eso es algo que ni él ni ella se esperaban. Solo el futuro sería testigo de si valió la pena tal sacrificio por parte de Bella.

Y sería el mismo destino quien dirá que tanto Edward podrá perdonar”.