jueves, 15 de abril de 2010

Capítulo 5: 13 de Septiembre

N/A: Aquí les dejo el cap. de hoy, ando mega apurada por que tengo clases ahora y ocupé mi hora de almuerzo para terminar de escribirlo. Espero que les guste. Nos vemos a la noche. Espero muchos comentarios!!!! Las adoroo!!!

Por Culpa de mi Alma

Marie Pov

Los sueños con aquellas dos mujeres y con aquel hombre que me mira desde las sombras se estaban volviendo cada vez más misteriosos y habituales. Casi me sentía extrañada cuando no los tenía.

Seguía viendo sufrir a aquella chica pero cada vez que intentaba acercarme a ella era como si mi cuerpo se hubiera convertido en una rígida piedra, pesando toneladas que apenas y podía sostener a mi propio cuerpo. Y como siempre el panorama cambiaba y ahí estaba la otra mujer, la anciana con cabellos blancos tomados en una improvisada coleta, cada día veía más detalles en ellas, como por ejemplo un anillo que ambas tenían y que sin dudas eran iguales, uno muy enorme si se puede decir, daba la apariencia de ser bastante antiguo, ya que en estos tiempos ese tipo de incrustaciones no se hacían, otro gran detalle era el color de sus ojos, estaba casi segura que eran iguales a los míos, de un chocolate profundo, sus largas pestañas haciendo sombra en sus mejillas. Y con la piel tan blanca como la mía.

La anciana ya no sufría, su rostro solo mostraba absoluta paz interior, y yo había dejado de ser invisible para ellas, hace dos noches atrás la anciana me miró directo a los ojos, y esbozó una sonrisa como si ella hubiera estado esperándome, como invitándome para que me acercara. Y yo quería hacerlo, deseaba poder hablarle, pero algo siempre me lo impedía.

Si no era el extraño remolino que siempre me arrastraba al camino de partida o incluso una vez el extraño pero guapo hombre que me custodiaba había aparecido de pronto frente a nosotras y ya luego cuando la distracción por su llegada desaparecía la mujer ya no estaba allí.

Cada noche los sueños eran más vividos, cada noche me acercaba más a los personajes de él.

En este casi mes que ha pasado desde que los sueños comenzaron puede decir casi no hay noche en que no sueñe con ello. No me daba miedo, a veces hasta me dormía pensando en el para así estimular a mi cerebro y que me permitiera soñar de nuevo con ellas y con él, con la vana esperanza de una noche alcanzar a acercarme lo suficiente y encontrar las respuestas a las preguntas que mi mente se formulaba cada vez que las veía.

Mañana sería un día diferente, un día que nunca me había llamado la atención ni me había emocionado como al común de las personas. Mañana era mi cumpleaños número 17 y como en casa ya me conocían por suerte no habría ningún tipo de celebración. Y si la misma suerte me acompañaba esperaba que nadie en el instituto lo recordara.

Cómo odio ser el centro de atención, siempre me he considerado una muchacha de muy y a veces extremado bajo perfil.

Intentaría llegar temprano al instituto para así no tener que toparme con nadie que pudiera acordarse del “acontecimiento”.

Terminé de doblar mi ropa recién planchada en mi armario y revisé mi correo en la computadora de mi hermano como lo hacía cada fin de semana, ya entramos en el periodo de las postulaciones a las Universidades y no quería dejar pasar ni una circular de postulación con la esperanza de reunir los suficientes y exagerados requisitos para optar a una beca estudiantil.

Solo tenía tres mail, entre ellos dos eran lo que esperaba y el otro era de una vieja compañera del colegio de Phoenix al cual asistí los seis años que viví allí. Era una tarjeta por mi cumpleaños, no me quejé ya que prefería mil veces una tarjeta electrónica que una llamada por teléfono o un saludo en vivo donde me sonrojaría y no sabría que decir salvo un gracias y luego vendría el silencio incómodo o la típica pregunta de si haré algo.

Me dieron pasadas la media noche revisando mi correo electrónico, por lo que decidí que me bañaría en la mañana, no quería dormirme con el pelo húmedo, medio instituto andaba con gripe y no soportaría enfermarme y tener que aguantarme días sin poder ver a Edward.

Esta noche mis sueños fueron de lo más triviales, eso me enfadó un poco, quería tener otra oportunidad de poder acercarme a ellas, o al menos lograr ver el rostro de aquel tipo de las sombras. Pero no, a penas puedo recordar unas vagas imágenes de mis compañeros del instituto. Nada muy interesante.

En mi escritorio había dejado mi trabajo de biología impreso, listo para archivarlo en una carpeta con tapa transparente.

Me desperté temprano, en casa mi familia aun dormía, por lo que me encaminé en silencio hasta el baño y me duché, alisé mi cabello, y elegí con cuidado mi ropa.

En mi escritorio había dejado mi trabajo de biología impreso, listo para archivarlo en una carpeta con tapa transparente. Lo tomé y lo metí con cuidado a mi bolso. Recordé la tarde en casa de Edward. Este trabajo tenía un significado especial, había sido mi excusa para verle un fin de semana.

Cuando ya estaba lista para bajar a tomar desayuno sentí el olor de los huevos fritos y el tocino, mi mamá ya tenía todo listo y en mi puesto había una pequeña cajita roja de terciopelo.

-Feliz Cumpleaños mi cielo.

-Gracias mamá.

-¿No vas a abrir tu regalo? .- Le hice una mueca de disgusto, no me gustaban los regalos. A cambio ella esbozó su mejor sonrisa.

-Está bien.

Abrí la tapita de esa diminuta caja y en ella había un pequeño dije enlazado a una fina cadena de oro. Era hermosa.

La sostuve en mi mano un momento y admiré cada detalle en ella. Separé los broches y la puse en mi cuello.

-Es de parte de todos.

-Gracias mamá, enserio es maravillosa.

El resto del desayuno concluyó en silencio, salvo por las dos interrupciones en que mi padre y me hermano me saludaron.

Tome mi bolso y me encaminé a mi auto. La mañana estaba fría, habían pronosticado que caería agua nieve, por lo que tomé la única chamarra que tenía, un par de guantes y una bufanda que desentonaba todo.

Conduje con cuidado, ya que se había formado una gruesa capa de escarcha en la carretera. Aparqué en el instituto en mi lugar de siempre y vi que aún no había llegado mucha gente y suspiré con alivio.

Si mi suerte seguía así este día acabaría rápido y mi cumpleaños pasaría por completo inadvertido.

Tomé mi bolso y bajé de mi auto, y caminé al edificio donde tendría mi primera clase. Mi camino se vio interrumpido cuando un grupo de compañeros con los que compartía algunas de mis clases me atraparon en medio del pasillo y gritaron con fuerza y a coro un magistral “¡Feliz Cumpleaños Marie!”, quedé helada, y con suerte alcancé a esbozar un tímido “Gracias”. La gran parte de ellos llevaba un regalo para mí. Me sentía incómoda recibiendo obsequios sobre todo porque con algunos a penas y había cruzado palabras. En cuanto tuve la oportunidad de escabullirme de los escandalosos chicos me fui directo al salón de clases.

La primera hora se me hacía eterna, siempre era así cuando Edward no compartía las horas conmigo. Estaba ansiosa por que llegara la segunda hora de clases, aunque admito que si no fuera porque hoy tenemos que entregar el proyecto de Biología hubiera tomado mis cosas y me abría escapado a mi casa para no soportar más saludos.

Estuve todo el receso ocultándome del mundo en el baño, miré mi reloj y a penas estaba con el tiempo justo para llegar a mi clase con Edward, por lo que salí rápido hacia el laboratorio. La clase estaba a punto de comenzar y el profesor estaba diciendo que solo hasta el final de la clase recibiría los trabajos, porque antes quería pasar la poca materia que faltaba para el examen de la próxima semana.

Edward estaba sentado junto a su hermana como siempre al final del salón, y yo en mi habitual puesto adelante casi frente al profesor. La lección se me hiso eterna, y estaba ansiosa por acercarme a Edward, intentaba controlarme obligándome a no mirarlo tan seguido, y es que de hacerlo me quedaría perdida en el dorado de sus ojos. Me sonroje solo por el hecho de imaginar cómo sería poder verlo todo el tiempo sin tener que buscar excusas para estar cerca de él.

Piensa en otra cosa, piensa en otra cosa”. –Mi suerte volvió en el momento en que el profesor anunciaba el fin de la lección y estaba pidiendo que nos acercáramos en orden para entregar los trabajos. Miré dentro de mi bolso y tomé la carpeta en él.

Una larga fila se formó frente al escritorio del Sr Withlock, esperé mi turno y cuando al fin lo pude entregar comencé a buscar con la mirada por todo el aula para encontrar la presencia de Edward. Pero para mi decepción no lo hallé.

Un frio aire golpeó mi cuello, y sentí unas manos abrazarme por la espalda, se sentían casi tan frías como la corriente de aire anterior. Pero se sentían bien, suaves, y para nada bruscos. Mi piel se erizó pero no por el hielo que me embargó sino que por que la voz más maravillosa me susurraba un “Feliz Cumpleaños” al oído. La sangre no tardó mucho en subir hasta mi cara, estaba ridícula y excesivamente ruborizada. No alcancé a decirle algo ya que me quedé en shock cuando vi a un pequeño duendecito gritando a la clase que esta tarde haría una fiesta en su casa.

Sentí como mi cara se comenzaba a desfigurar cada vez más mientras caía en cuanta para quién era la dichosa fiesta. Estaba comenzando de veras a enfadarme con Alice.

El rubor ya ocupaba más que mis mejillas, toda mi cara estaba por completo roja, y mi corazón que ya estaba acelerado por el saludo de Edward se volvió más constante y audiblemente acelerado.

Intenté recuperarme y hablar para parar toda esta locura.

-Alice… yo… no quiero una fiesta. – Tenía la esperanza de que mi suerte regresara.

Pero me sentí culpable en cuanto vi la desilusión en los ojos de Alice, su pequeña carita se estaba volviendo un completo puchero de tristeza. No soportaba verla así, ya le tenía mucho cariño y por más en contra que estuviera de esa celebración no podía negarle su felicidad.

-Pero ya está todo listo… por favor… - Ahí no, me arrepentiría de esto. Cerré mi ojos y le di mi aprobación.

–OK. –No diría nada más.

El rostro de Alice cambió abruptamente y ya estaba dando saltitos de alegría por todos lados y seguía con sus anuncios para la fiesta.

El resto de la mañana me la pasé escapando de las preguntas de cómo llegar a la casa de los Cullen, de cómo había conseguido que ellos prestaran su casa para la fiesta y mil interrogatorios y felicitaciones de los invitados a la fiesta.

Conduje con la misma precaución a mi casa y cuando llegué colgué mi chaqueta y subí a mi habitación pensando ya en que ropa me pondría esta noche, no tenía nada muy decente para una ocasión como esta. Por lo que ya había mentalizado en usar la única falda “elegante” que tenía y un ajustado suéter de lana antialérgica.

Pero en cuanto entré en mi cuarto me llevé una sorpresa, sobre mi cama había una gigantesca caja plana de color blanco. Sobre ella una tarjeta en color crudo con una hermosa caligrafía impresa en ella.

“Feliz cumpleaños Marie, supuse que no sabrías qué ponerte, por lo que sé que mi regalo será muy útil. Te verás preciosa. Con amor Alice Cullen. P.D: Edward irá por ti.”

Destapé la caja y en ella había un hermoso vestido azul, lo alcé y lo puse encima de la ropa que llevaba puesta. Me miré al espejo y noté como el azul de la tela resaltaba el color pálido de mi piel.

Me volví a meter a la ducha, estaba un tanto nerviosa por la fiesta y mucho más cuando supe que Edward me vendría a buscar a la casa.

Salí del baño y llamé a mi madre al trabajo para contarle mis planes forzosos para esta noche. Sabía que no me diría nada ya que mañana no tenía clases.

Me preocupé en exceso por arreglarme, no estaba segura si debía maquillarme, pero esta era una ocasión especial por lo que decidí hacerlo, pero intentaría que no fuera tan llamativo. Solo algo sutil.

Ya estaba lista, iba bajando las escaleras cuando sentí el motor del auto de Edward, me apresuré a bajar y respondí al primer toque suyo en mi puerta.

Me ruboricé en cuanto vi la cara con la que él me estaba mirando.

-Alice me dio este vestido. –Mi cara estaba de un rojo fosforescente.

-Te ves hermosa. –Edward parecía como desconcertado. “¿Acaso me estaría diciendo esto solo por cortesía?.

-Gracias, aunque admito que me siento un poco… ridícula.

Me sentí un poco incómoda, nunca había visto a Edward mirarme por tanto rato, pero me relajé cuando noté que me miraba con dulzura. Pero aún la idea de viajar sola con él en su auto me ponía los nervios de punta.

-¿Supongo que ya nos vamos? . – Tragué saliva y asentí.

El camino a su casa se sintió mucho más corto que cuando lo hice con Alice.

Caminamos al vehículo y él rápidamente llegó hasta mi lado y abrió la puerta del copiloto, me ayudó a subir y luego ocupé mi lugar en el asiento junto al suyo. Me resultaba tan difícil concentrarme en la carretera, tenía su mirada pegada a mí. Lo sorprendí mirándome varias veces y le sonreía en respuesta el resto del tiempo me dediqué a mirar el paisaje con la esperanza de calmarme.

El camino a su casa se sintió mucho más corto que cuando lo hice con Alice.

Cuando nos comenzamos a acercar a su casa, comencé a notar una serie de decoraciones, y eso que aún no estábamos lo suficiente cerca de la entrada principal. Miré horrorizada los indicios de la fiesta. Ciento de antorchas iluminaban el camino y mi esperanza de que la gente se perdiera y no llegara hasta aquí se desvaneció.

-Ed, no me digas que… -Lo miré con cara de pánico y él supo a qué me refería.

-Sí Marie, Alice no escatima en lo que respecta a las decoraciones… Es algo que la supera por mucho que intente controlarse.

-Ya veo…

-Lo siento.

-No te preocupes, creo que lo suponía, así es que vengo mentalizada, o eso espero. –No era cierto, pero ya no había vuelta atrás, aquí estaba, a puertas de una flamante fiesta en donde yo sería el centro de la atención. Pero este sacrificio valía la pena si me encontraba en compañía de él.

Lo miré y le sonreí nuevamente.

5 comentarios:

diana dijo...

siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii !!!!!!!!!!!!!111 me encatoooooooooo

zenni dijo...

ya quiero saber q va a pasar en la fiestaa!!!!!!!

esta muy bueno...pero me que de con ganas de mas....como siempre.verdad?

amigas repetiste dos frases, en el capitulo.

Neny W Cullen dijo...

love it!!
love it!!!!
me encantooooo!!!
ya quiero saber que va a pasar en la fiesta ^^
besos angy

Beth dijo...

EStupendo!!!
Espero más (mucho más) prontito, muy prontito (de verdad que somos insaciables, te das cuenta?)

Unknown dijo...

Ahhh mi Angy, uno de mis preferidos.
Si en el cielo una estrella fueras yo en manto del universo me convirtiera para arroparte cada noche, para cegarme cada día, para ser uno, para que mi estrella seas. Siempre sublime. Besotes amor

Por que es imposible ignorar una sonrisa como esta . . .

Por que es imposible ignorar una sonrisa como esta . . .

Con todo mi amor para mis lectoras.

A mis lectoras:
Si aveces me pierdo por algunos días, si me retraso con las historias o si les he fallado y no he sido responsable con el calendario de publicaciones, no es por que no las quiera, o que no las respete como mis lectoras, lo que pasa es que antes que el blog está mi familia, mis estudios, las personitas que amo y me necesitan.
Pero les juro que cada ratito libre que encuentro en mis días lo dedico a pensar en uds, en tratar de avanzar con mis historias, en de vez en cuando renovar la imagen del blog y en estar presente para cualquiera de uds que me necesite. Si hay algo que les puedo asegurar es que cada una de las Historias que he comenzado en este blog, que sean de mi autoria JAMÁS quedarán sin final. Son mis bebés, y una madre jamás deja a sus hijos. Así sea que me cuesten lágrimas de frustración, bloqueos mentales y una que otra grosería cuando mi cabeza se quede en blanco, les prometo que haré todo lo que esté a mi alcance para no dejarlas sin el tan esperado final.
Desde ya les digo que las amo, que cada una de uds, las que comentan, las que anónimamente pasan, las que siempre tienen una palabra de apoyo cuando la necesito merecen todo mi respeto, cariño y gratitud. Son las MEJORES lectoras, siempre esperando pacientemente sin quejas. Soy una agradecida de la vida por tenerlas conmigo.
Sin mi Pola y sin Ustedes este sueño de poder escribir no sería realidad.

Presentación del Blog

Hola!!! Mi nombre es Angylito soy de Chile y este es mi hogar, mi pedacito de Cielo en la tierra. En este Blog podrán leer hermosas historias relacionadas con la Saga de Twilight (SM). Porque como ya dije, Esto no termina con el Libro Amanecer, no mientras todas las fans tengamos imaginación para continuar la historia.

Aquí no solo encontrarán Fics o OneShots escritos por mí, ya que cuento con varias historias de otras Autoras que más que eso son mis amigas. Espero que Comenten y que suspiren con cada una de ellas.

Advertencia:
La mayoria de los fics son para mayores de 16 o 18 años, y/o gente con mentalidad abierta por *lemmon... asi que Los fics tienen clasificacion (Raiting) para que los puedas identificar:
M - (Adultos)
T - (Adolescentes)
K - (Para todas las edades)

*Lemmon : Situaciones Sexuales explícitas


Otra sonrisa que no puedes ignorar...

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