Capítulo 7: Planeando la venganza II

N/C: OJO, este es el mismo capítulo que subió Pola, con la única diferencia que lo edité, sólo para corregir algunos detalles. Igual le agregué algunas cositas. Si quieren pueden leerlo de nuevo las que ya lo leyeron, pero básicamente es casi lo mismo.

Going To Hell

Bella pov

–¡Siempre lo supe!, sabía que estabas viva, lo sentía aquí. –Se tocó el corazón –¿pero cómo es posible que te hayas convertido en esto?.

Era un hombre casi tan alto como Emmett. Fuerte, eso se notaba por la contextura de su cuerpo, de piel oscura, de pelo largo y negro tan o más oscuro como la noche.

Lo vi avanzar hacia mí y adopte posición de ataque, pero él solo se largó a reír a carcajadas, con aquella risa que tanto recordaba a mí pesar, pero esa risa falsa nunca llego a sus ojos, en ellos había una gran tristeza y yo sabía perfectamente el motivo de eso.

–Bella, sigues de alguna manera igual a como te recordaba, nunca creí que habías muerto, aunque lo hubiera preferido, claro –Hizo una mueca de asco - antes de verte convertida en esto.

–Jake. – grite de emoción. Lo abrasé, mi amigo estaba de pié frente a mí. Jamás pensé que lo vería de nuevo, ¿Acaso el no debería estar muerto? Oh, Si sacaba la cuenta él ya tendría más de cien años de edad. Esto fue algo que me tomó totalmente por sorpresa.

– Jacob ¿Cómo es que estás vivo? Tú –Lo acusé – Deberías ser un anciano y mírate pareces de mi edad.

Solo escuche una fuerte carcajada, Bella pero que frágil es la memoria de un chu mmm... vampiro –Se corrigió riendo de nuevo – ¿no lo recuerdas verdad?.

–Oh... cierto, eres un licántropo, pero pensé que ya habías muerto, No creí que vivieras tanto tiempo, pensé que ustedes sólo se mantenían en fase cuando habían vampiros cerca, y nosotros… bueno, los Cullen ya no vivían acá.

–No Bella, te equivocas, los Cullen no son los únicos vampiros que rondan, ellos nunca se fueron. –Hizo una pausa y señalo a Félix y a Heidy. – Este par ha estado viviendo en los alrededores todos estos años, al principio pensé que eran peligrosos, pero luego me percate que se alimentan igual que ustedes. Y que no corríamos peligro, pero igual los mantuve vigilados, sabía o mejor dicho, presentía que estaban esperando algo, y ya ves, no me equivoque.

En ese momento se volvió a mirar a Edward y pude sentir que el ambiente se tensaba cuando puso los ojos en su cuerpo, que aún yacía en el suelo.

–¡Santo Dios! – me había olvidado por completo de mi amor. En cuanto me percate de su estado corrí hacia él sin esperar ni un momento, pero Jacob habló antes de que pudiera hacer algo.

–¡Y tu maldito mentiroso!, ¿cómo pudiste decirle a todo el mundo que ella había muerto en un accidente?. Siempre supe que todo era una farsa. ¡Al final la convertiste en una maldita chupasangre!.

–Jacob, Edward no tuvo nada que ver en mi transformación, esta fue mi decisión y para que lo entiendas, no fue ninguno de ellos el que me transformó. – La cara de Jacob estaba más blanca que un papel, le costó unos minutos asimilar lo que había dicho, creo que debería conversar con él a solas, para explicarle lo que ha pasado durante tantos años.

– Edward, amor ¿Estás bien?. – Él solo asintió. Me incliné para besarlo en los labios. –Descansa, no te preocupes, deja que yo ponga al día a Jake. – Las heridas en su cuerpo sanarían pronto, eso lo sabía, me había pasado años entrenando, conocía perfectamente el proceso de sanación, mientras me ponía de pie, miré para encontrar al resto de mi familia, pero entonces me percate que algo andaba mal.

Observé a mi alrededor, había una enorme hoguera justo donde antes estaba nuestra casa, ahora solo encontraba cenizas, luego una sensación de dolor y angustia se alojo en mi pecho, donde hace mucho había latido mi corazón. Por más que lo intentaba no logré recordar lo ocurrido. Pero yo no podía olvidar, a mi desgracia y con el mínimo de esfuerzo recordé todo.

–¡Mis padres!

¿Dónde estaban?. Poco a poco lo recordé todo tan claramente. Las heridas físicas sanarían pronto, pero había un dolor que jamás se iría, y ese, era el de la pérdida de nuestros seres queridos. Mis ojos adoptaron una extraña expresión, en realidad, era como si quisieran llorar, y eso era imposible, lo sabía bien.

Sí, yo sabía dónde estaba la mitad de mi familia. Cayo se los había llevado. Tenía que actuar con rapidez. De pronto sentí unos brazos alrededor de mí, era Alice que sollozaba sin parar.

- Lo siento, lo siento – repetía una y otra vez – no pude hacer nada, Bella, los mataron, fue mi culpa, lo siento, no pude ver nada, es mi culpa. – No paraba de decirlo, una y otra vez. No podía soportar la culpa de Alice, esto no tenía nada que ver con ella. Esto era mi culpa.

En ese momento sentí una furia que hacía que todo a través de mis ojos se viera rojo, tenía tanta sed pero no de sangre, tenía unas ganas inmensas de matar, pero solo a un hombre, si se podía llamar así a ese monstruo.

Sentí como poco a poco renacía esa parte cruel y despiadada que vivía en mi mente, ya estaba viendo imágenes de cada una de las torturas que le haría cuando lo tuviera en mis manos, seria lenta pero dolorosa tal y como él había sido, usaría cada una de las técnicas que él mismo me había enseñado. Y juro por dios que estaba segura que lo disfrutaría.

No sé cuánto tiempo estuve metida en mis pensamientos, pero cuando logre ver a los demás me percate que me veían, con terror en sus caras, como si fuera otra persona y que ellos temieran, ahí comprendí que Isabella había vuelto y esta vez para quedarse.

Camine alejándome de todos, tenía que tranquilizarme no podía dejar que me vieran así, tuve que controlar la ira y la furia que sentía, mis peores temores se hicieron realidad, sabía que cuando ellos vieran a la vampira que era me temerían y me repudiarían. Pero lo que más me dolía era haber defraudado a Edward, el siempre había creído en mí, para el yo nunca había dejado de ser esa dulce y bondadosa humana que conoció hace tanto, pero la realidad era muy diferente a esa, yo era peligrosa tanto para mi familia como para él y Jacob.

No podía seguir así tenía que partir cuanto antes.

– ¿Me puedes decir qué carajo fue todo eso?.

– ¡Jacob, no te escuche llegar! – me giré para verlo de frente, tenía su sonrisa de siempre, pero sus ojos reflejaban temor hacia mí. Era eso lo que más temía, que lo lastimara. Y a pesar de que yo sabía que él no quería verme con esos ojos, me era imposible cambiar mis facciones.

– Bella, creo que entiendo un poco lo que ha pasado, pero contesta por que los Cullen te han mirado con tanto terror hace un momento. ¿Qué mierda pasó antes de que llegáramos?... ¿Quiénes eran esos chupasangre?

– Jacob, no sé por dónde empezar, todo esto es muy difícil para mí, no quiero lastimar a nadie pero no puedo controlar lo que estoy sintiendo en este momento. Lo mejor es que te alejes de mí.

– No lo haré, y necesito que me cuentes todo. Si no lo haces no puedo ayudarte.

– No sé por como empezar.

–Siempre se parte desde el principio ¿No lo crees?.

– Jake, ellos eran los Volturis. Yo misma fui su mejor soldado durante casi 10 años, en ese tiempo mate tanto humanos como vampiros y créeme no me siento orgullosa de eso, pero pensé que lo había perdido todo, que Edward ya no me amaba como yo a él, pero curiosamente solo su recuerdo me mantuvo cuerda y Demetri mi único amigo se encargo que no perdiera la esperanza de volver junto a mi familia, que yo no era el monstruo que me sentía, que aun quedaba algo bueno en mi.

Entonces un día decidí irme, quise ver con mis propios ojos que yo ya no era nada para ellos. Pero no fue así, ellos me recibieron con los brazos abiertos, sin cuestionar ni preguntar nada de lo que hice en el pasado, me case con Edward y vivimos felices hasta hoy.

Nunca imaginé que Cayo estuviera planeando vengarse. Él me acecho como un animal a su presa, esperando poder matarnos a todos y casi lo logra de no haber sido por ti, pero Carlisle y Esme no corrieron la misma suerte Jacob.

Ahora lo único que quiero es venganza, siento que la Isabella que esta dentro de mí a salido por fin a la luz y solo quiero venganza, estoy sedienta de sangre pero de un solo vampiro, soy peligrosa para todos, porque no sé si podré controlarme, tengo que irme Jacob, pero también necesito tu ayuda, necesito que cuides a mí familia solo tú eres capaz de hacerlo, contigo aquí Cayo no se acercara a ellos le teme a los hombres lobo. Lo sé porque lo conozco muy bien. La manada es lo único que lo detendrá.

– Mira Bella no sé si quiero saber más, pero ten presente que te ayudare en lo que sea necesario, así tenga que proteger con mi propia vida a los chupasangre que llamas familia, pero no puedes estar hablando enserio cuando dices que vas a ir tu sola a buscar a ese vampiro, no si tiene un ejército y tu no.

–Esto es algo que tengo que hacer sola.

–Oh no, tú no irás sola, por que seré yo mismo quien te acompañe. Y te advierto, que no podrás hacerme cambiar de opinión.