N/A: Arriba
Placenteros y culposos
Edward Pov
Ya no sabía ni que pensar. Nada de lo que había visto tenía sentido, nada de lo que yo estaba haciendo parecía ser racional ahora.
¿Tan estúpido era que me estaba dejando pisotear así nada más?.
Porque eso es justamente lo que ella estaba haciendo. <
Estúpido de mí que tuve la maldita ocurrencia de devolverme. Simplemente debí seguir derechito hasta mi casa y nada de esto estaría pasando ahora.
-Un momento.-Me devané los sesos pensando, y una pregunta me había detenido.-¿Acaso yo prefería no saber la verdad, es decir, de no haberla descubierto en los brazos del imbécil ese yo estaría ahora soñando y posiblemente divagando de felicidad por la tarde especial que habíamos pasado, o en su defecto, Feliz porque ella me “HABÍA” elegido a mí?
Ahí estaba yo de nuevo, era increíble lo estúpido- tarado- irracional- y como si fuera poco Faldero- lo que una mujer, una pequeña –Pero hermosa –mujer podía lograr sobre en mí.
Y es que, no es que nunca me haya pasado antes, aún recuerdo mi primer amor. –Una niñita pecosa, de ojos azules con pequeños matices grises en ellos, de nariz respingada y un largo y ondulado cabello rubio, tan graciosa y delicada que me podía hacerme comer tierra con solo desearlo. Era literalmente su “baboso compañerito de Kinder Jarden” .Claro que en ese entonces Tania y yo solo teníamos siete años. “el primer amor de la infancia”. – Ahí No, no, no y más ¡No!, resulta que encima de lo Imbécil. Tarado. Irracional y Faldero ahora debía agregarle a mis nuevas características las palabras patético –cursi y romántico.
Estoy tan enfadado conmigo mismo que si pudiera me daría yo mismo una paliza para ver si de una buena vez aprendo a no enamorarme de las mujeres de esta forma. No es que hubiera estado enamorado de muchas, pero a pesar de tener MUY pocas relaciones afectivas en el pasado tuve la maldita fortuna de solo encontrarme con verdaderas “Cruelas”(1) en el camino. Sobra decir que yo era el cachorrito al cual ella alimentaba para luego usarlo no sin antes despellejarlo.
En cuanto entré a mi casa, -agradecí el hecho de que sabía que no habría nadie en ella esta tarde-noche, ya que todo mundo estaba en la casa de un tío.- Resulta que no era tan fuerte como lo creía, tumbé la puerta, la casa y los vidrios se estremecieron ante mi portazo, Mis ojos se habían ido a negro en segundos, y como si fuera un acto de instintiva protección quise que las últimas escenas que vi no existieran, que nunca hubieran ocurrido. Pero por más que apretaba mis ojos las escenas seguían allí. Vivas, reales y recientes.
Todo comenzó cuando decidí que ya estaba oscureciendo y que sería una hora prudente para ir a dejar a Bella a su casa, ella vivía con su padre –El cual era el jefe de Policía- Por lo que era una señorita. Nuestra tarde había –O al menos para mí- sido increíble, sin lujos y simple pero increíble de igual manera. Habíamos caminado por la playa, tomado helado, jugado y reído como dos niños pequeños. Había disfrutado de su compañía, de su silencio y de su ausencia e incluso me atrevería a decir que ese frio beso en la mejilla que ella me había dado me servía como guinda de la torta para coronar esa tarde como genial. Ella me había elegido, y con esa ilusión fue que me devolví a su casa después de haberla ido a dejar hacía escasos cinco minutos.
En mis manos llevaba una flor, un girasol –Su flor favorita- que había visto y cortado en el jardín de una casa cuando venía de camino a la mía.
“Para entregarle esa endemoniada flor es que me devolví”.
Iba caminando con cara de imbécil enamorado por la calle, pensando en ella, en la posibilidad de ganarme un beso como el de la otra noche por el gesto. Estaba tan ansioso por darle aquel girasol –El que realmente era precioso, especial, tenía pequeñas gotas de rocío en él, los pétalos amarillos-anaranjados sin un atisbo de marchitarse, y su centro con los pistilos color chocolate más firmes que había visto alguna vez – Tan ansioso que lo que mis ojos vieron de golpe pareció ser la más cruel de las bromas. Por un momento creí que mi mente me estaba jugando una mala pasada, que tal vez producto de mi desbordante amor por ella había flotado sin darme cuenta hasta mi casa, me había acostado y me había dormido.
Sí, Eso que mis ojos veían era una pesadilla.
¡Mierda! –Debía parar de engañarme a mí mismo. Sabía que no estaba soñando, sabía y comprendía que lo que mis ojos vieron era nada más que la Maldita. Miserable y cruda realidad.
La flor que llevaba en mis manos se fue a tierra y nadie la recogió. Solo la miré un momento, ahora era otra la situación que tenía mi entera concentración.
Retrocedí tres pasos, hasta que choqué con un mullido arbusto, sin pensarlo, y como si estuviera cometiendo un delito me escondí tras de él.
Mi escondite me propinaba una buena vista, no solo eso, quizás si mi respiración no se hubiera vuelto tan audible no tendría ni el más mínimo problema de escuchar lo que ellos hablaban.
Me sentí un tarado al estar escondiéndome. –Quizás debería ir con ella y disimular como que no había notado que él estaba allí.- Sentí ganas de salir de mi “escondite” y hacerles frente. Tal vez si yo lo hubiera hecho ese beso jamás habría ocurrido.
Y aquí estoy de nuevo culpándome.
Golpeé la cerámica del piso donde me encontraba sentado. –Ya que después de cerrar con rabia mi puerta me había dejado deslizar con la espalda pegada a ella hasta que mi trasero quedara en el frío piso, había tomado mis rodillas y las había abrazado, mientras que me pegaba contra la madera blanca en la nuca.- Me dolió el impacto, y por un momento el dolor de mis manos y nudillos sobrepasó el dolor que sentía en mi pecho.
Se suponía que mañana debía verla.
¿Pero cómo mirarla?¿Cómo me miraría ella?¿Tendría cara para hacerlo?¿Se habría dado cuenta de que los vi?¿Me contaría lo que había pasado?¿La perdonaría si ella lo hiciera?¿O es que acaso había cambiado de parecer y prefería luchar por él?.
Lo mejor será no verla. Alguna excusa válida debía ocurrírseme. ¿O si ella cancelara la cita? ¿Me dolería aún más que si yo lo hiciera?¿Soportaría alejarme de ella?.
Maldición. Por más que buscaba las respuestas a todas las tontas preguntas que me formulaba no había caso. No sabía las respuestas y solo seguían creciendo mis dudas.
No sabía cómo había acabado todo, no me quedé a mirar como ella lo hacía pasar y ese beso terminara en su cama, o peor aún en la misma alfombra donde yo había pasado mi mejor noche en su compañía.
Ya no quería seguir martirizándome, me paré como pude, y subí las escaleras hasta mi habitación, prendí la televisión y dejé el mismo canal que estaba, sin mirarla realmente. Tenía miedo de cerrar mis ojos, porque cada vez que lo hacían las imágenes de ella y Jake besándose llegaban a mí como puñaladas.
Finalmente me dormí cerca de las cuatro de la madrugada, me desperté a la media hora cuando el pito que avisaba que las transmisiones se habían acabado me despertó. Me quité la ropa y me metí bajo las mantas solo en bóxers. Crucé mis brazos sobre la nuca y me volví a sumir en mis pensamientos. Una briza me indicó que la ventana seguía abierta –Solo un poco. –Rompí la almohada que había formado con mis brazos sobre mi nuca y me paré de la cama para cerrar por completo la ventana, no sin antes tomar una bocanada de aire puro con la esperanza de que también mi mente se refrescara, pero lo único que logré fue recordar el frío que me cubrió cuando los vi ahí, parados en el umbral de su puerta, mientras él tomaba sus brazos con fuerza, mientras ella tenía un manto de confusión en el rostro y él se aceraba descaradamente a ella para ¿Consolarla?. No lo sé a la perfección, mi visión se había nublado por las lágrimas.
Fue cuando ella lo dejó besarla, dónde claramente era lo que ella quería, momento en que decidí que no podía aguantar más, mis manos se habían vuelto un puño apretado, dolía, pero no tanto como me dolía verle haciéndome esto. Aún cuando ella no era consciente de mi presencia. Fue así como me di media vuelta y caminé de regreso por la calle de la cuál jamás debí volver.
Cerré la ventana y caminé a mi cama de nuevo, mis ojos se habían vuelto a nublar a causa del tormentoso recuerdo. Me dormí solo cuando mis ojos se secaron. Al mismo tiempo que me hacía una promesa. “Ella jamás me verá llorar, jamás se enterará que los vi”.
El repique del teléfono me despertó.
Estaba algo desorientado y somnoliento, no había pasado la mejor de las noches, mi mente había estado vagando entres sueños y pesadillas. Desee intensamente que lo de ayer hubiera sido una pesadilla. Pero no, el dolor en mis nudillos a causa del golpe que le había dado a la cerámica y el leve dolor de cabeza que sentía –Específicamente en la nuca- era latente. Esas sensaciones fueron razones de peso para caer de vuelta a la realidad.
Mire la hora y descubrí que era demasiado tarde, de seguro ya todos se habían ido de casa. Me pregunté por qué nadie se había molestado en despertarme.
El repique del teléfono volvió a sonar, y me puse de pié con la esperanza de que el inalámbrico estuviera en algún lugar de mi desordenado cuarto.
Volvió a sonar.
Corrí al pasillo –Que era donde creí venía el sonido más fuerte- Y levanté de la cesta de ropa sucia un par de jeans míos.
Otro repique.
Desenterré más rápido el teléfono y alcancé a responder antes de que se activara la contestadora de casa.
-¿Diga?. –Mi voz sonó áspera, por lo que carraspee mi garganta y volví a habla ya que nadie había respondido.
-Casa Cullen.
-Edward. – Oh! Mierda, era ella. Mi corazón se detuvo ante lo dulce que mi nombre sonaba saliendo de sus labios.
Me obligué a la cordura.
“Disimula”
-Hola Bella.
- Solo te llamaba para saber a qué hora y donde nos juntaremos hoy.
Me quedé callado. ¿Qué había decidido anoche?¿Qué era lo que debía decirle?.
-¿No Bella, lo siento, pero te vi besando a Jake y ya no quiero verte?. -¡NO!, yo me había prometido que ella jamás se enteraría.
-¿Te parece bien que nos veamos en 2 horas en la cafetería del centro?.- Fue lo más inteligente que se me ocurrió decir.
-Perfecto, te veo allí. Adiós.
-Adiós. –La llamada se cortó.
Me senté en el piso y me quedé allí un buen rato. No pensaba en nada, mi mente se había quedado por completo en blanco.
Las respuestas a las preguntas de ayer llegaron a mi cabeza.
Primero: No podía alejarme de ella.
Segundo: Yo sabía desde un principio que ella amaba a ese mal nacido.
Tercero: Yo la había aceptado con eso. La amaba aún sabiendo eso.
Cuarto: No perdería las esperanzas hasta que fuera ella quien me mandara a freír monos al África.
Y por último: Esta la tomaría como la prueba de fuego. Esperaría a que ella fuera sincera conmigo, y en caso contrario consideraría las opciones de rendirme o luchar por ella.
Me paré, y me encaminé al baño.
Tomé una ducha relajante. Dejé que el agua corriera por mi cuerpo, que el vapor del lugar me despejara la mente y que mis músculos se relajaran. Solo me pare bajo la regadera buscando que la espesa cortina de agua y vapor se convirtieran en una burbuja que me apartara de todo los demás.
Cerré los ojos y medio me dormí ante lo relajado que me estaba sintiendo.
Solo me salí del agua cuando noté que mis manos dolían a causa de que la yema de mis dedos se había arrugado tanto que por un instante pensé que se quedarían así por siempre.
Me sentí tontamente esperanzado de nuevo. Todo lo que había dicho sobre sentirme como un juguete al que pueden usar, pisotear y tirar a la basura en cuanto deja de ser útil se había ido.—Entonces me recordé a mí mismo que el amor es irracional. Cuanto más quieres a alguien, menos lógica tiene todo..
9 comentarios:
hay pobreee!!! no se lo mereceeeee nooooo espero q no seas mala bella?
La verdad que tienes razon...el amor es irrecional. y si entre mas quierea a alguien menos logica tiene todo... La verdad que si el corazon no sabe nada solo se entrega.
No me lo hagas sufrir asi. no se lo merese. Estan bueno con Bella.
Pero tal vez sea mejor que se de cuenta que ella no le ama. Pero pobre
Angy!! Gracias por tu esfuerzo!! El capitulo estuvo estupendo aunque no te puedo negar que me deprimio, no puedo ver a Edward sufrir de esa manera, aunque yo me ofresco a consolarlo, jijiji!!!!
Angy!! Gracias por tu esfuerzo!! El capitulo estuvo estupendo aunque no te puedo negar que me deprimio, no puedo ver a Edward sufrir de esa manera, aunque yo me ofresco a consolarlo, jijiji!!!!
Es duro, pero siempre existe la esperanza que las cosas cambiarán. Por el lado de Bella, con el tiempo te vas dando cuenta que eres como se siente Edward respecto a ella y que hay más vida. Aparte, todo tiene su límite y si tenemos en cuenta que tiene el apoyo de Edward... porque para eso están los amigos: apoyo incondicional (y si una persona está enamorada de ti, es más incondicional todavía). Espero que esa fase la hayas pasado ya y que solo escribas por mero recuerdo o invención, que no sea realidad y, si no es así, espero que puedas aplicarte la sugerencia.
Besotes, nenita
Pobrecito Edward , lo que sufrio por lo que vio, menos mal que si va a cudir a la cita y va a luchar por ella.
Besos LAdy
Amen hermana por todo lo expresado en este fic.. palabras ciertas mi nalla, palabras completamnete sinceras... aaaa pobre ed... me gusta muuchoo el fic besos y teeespero lo sabes muack
nena cullen:pobre edward pero no te precupes si bella no lequiere yo me lo quedo y ya jjajajj un beso mi angy y muchos suspiros de chocolate para ti preciosas
Linda historia sigue adelante, se que las cosas siempre pasan por una razón y se la vas ha hacer descubrir.
muy bueno
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