domingo, 29 de agosto de 2010

Cap. XII – Viaje a Denali

N/E: Ayer tenía planeado escribir, pero me mandaron a trabajar ¬¬ y ya en la noche llegué muerta, por hoy sólo subiré este capítulo de NOE76 pero ya mismo me pongo a escribir, la verdad es que siento que me acostumbre a ser floja y a escribir poco :/ así es que intentaré recuperar el ritmo y escribir un poquito más seguido :) Las amo. y Disfruten el capítulo.


La Caja Roja



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¿Seré tan fuerte como tú? -preguntó.

Más, serás incluso más fuerte que Emmett. Quizás puedas desquitarte de todas sus bromas.

¡Hum! Tendré que pensar en algo -sonrió-. ¿Eres feliz?

Mucho. Y lo seré completamente cuando seas igual a mí. Desde el mismo momento en que despiertes dedicaré mi vida a compensarte por todo el dolor que te he provocado. De la manera que quieras.

¿Cómo yo quiera? -y ahí estaba otra vez ese gesto. Se mordía el labio inferior mientras me miraba pícara entre esas espesas pestañas.

Eres terrible -afirmé riendo.

Lo sé.

_______________________________________________________________

Bella se recostó sobre mí, permitiéndome que la acariciara y se quedó dormida. Aún así quería asegurarme de que descansaría y decidí llamar a mi padre para que me indicase la dosis adecuada. Abrí el cajón de la mesita de noche para coger mi móvil. Sabía que contestarían en caso de que los llamase. De ninguna manera estarían en un lugar en el que fuese imposible localizarlos. Pero no fue necesario, en el cajón estaba la jeringuilla con la dosis de Bella, junto con una nota de Alice:

Vi que lo querrías.

Carlisle dice que sabrás que hacer.

XOXO

Alice

Sonreí.

Alice...

Hace unas horas tenía ganas de matarla. Ahora mismo, era mi persona favorita en el mundo. Tenía tanto que agradecerle... la boda perfecta, la noche de bodas perfecta -o casi, pero no había sido culpa de mi hermana, sino mía por ser un necio-. Ella me apoyó todo este tiempo lejos de Bella...

Inyecté a Bella su medicación para asegurarme de que descansaría lo suficiente y volví a recostarme, con ella sobre mi, atesorando cada segundo. Creo que nunca tendría suficiente. Siempre querría más de Bella. La estaba contemplando mientras dormía cuando de pronto sonó el teléfono.

—Alice -contesté tan pronto vi el número de mi hermana.

—Hola Edward -me dijo seca.

—Lo siento duende -me reí-, admito que al principio me enfadé mucho -le dije.

—Querías matarme, Ed... -a mi hermana no había manera de ocultarle nada...

—Sip -confesé- pero ya no. Perdóname Alice, eres la mejor hermana del mundo -la adulé.

—Lo sé -dijo sin un ápice de humildad. Yo no pude más que reírme...

—¿Dónde estáis? -le pregunté.

—En Denali -Alice hablaba deprisa- Carlisle creyó que éste sería un buen lugar para llevar a cabo la conversión de Bella y que pase sus primeros meses. Ya sabes, ni un sólo humano en kilómetros a la redonda.

—Quizás tenga razón. ¿Qué ha dicho la familia? -pregunté curioso.

—Se han alegrado mucho por ti -contestó-, lamentan no haber acudido a la boda. Ya les explicamos la situación y lo entienden.

—¿Tanya? -pregunté.

—No está en casa -me informó. Yo suspiré aliviado. Mejor así, dejar a Tanya fuera de ésto-. Lo he arreglado todo para vuestro viaje -continuó-. Encima de la mesa del comedor encontrarás los billetes, además del número de teléfono de la compañía de taxis. Ya nos hemos hecho cargo de tu coche, necesitaréis que os lleven al aeropuerto. Os recogeremos en Anchorage.

—Ya lo tenías todo listo ¿Eh, Alice?

—Sólo agradécemelo Eddie...

—¡Uh! Sabes que odio que me llames así. De todas formas, gracias Alice. Os vemos mañana.

—Solo una cosa más Edward, no perdáis el avión -me pidió críptica.

—¿Pasa algo Alice? -pregunté nervioso.

—Nada Edward. Sólo asegúrate de coger el vuelo que yo elegí. ¿De acuerdo? Hasta mañana Edward.

El resto de la noche fue pacífica, como lo había sido la anterior. Bella dormía tranquila y relajada a mi lado.

Amaneció. Un día típico en Forks. Nubes grises cubrían el sol, amenazando lluvia. El día perfecto para las despedidas. El cielo parecía estar triste y yo estaba seguro de que Bella reflejaría ese sentimiento en su mirada en cuanto supiera que nos íbamos hoy mismo. No quería retrasarlo más. Aunque estos dos días había sido feliz con una Bella humana a mi lado, no podía olvidarme de lo que le sucedía a mi ángel. Ella estaba enferma y no sobreviviría. Éste era el único camino. La única manera de conservarla conmigo. Soy un egoísta. Lo sé. Pero no puedo -ni quiero- dejar de serlo si eso significa que ella permanecerá a mi lado.

Eran casi las diez de la mañana cuando me levanté. Salí de la cama con cuidado de no despertarla y bajé a la cocina a preparar su desayuno. Encima de la mesa de la cocina había una nota de Esme explicándome donde había dejado todo lo del desayuno de Bella y que era lo que tenía que hacer. Cómo tenía que preparar sus tostadas y su fruta, dónde podría encontrar su zumo y cuanto tiempo debía calentar la leche en el microondas. Tendría que agradecérselo a Esme aunque me molestaba un poco que me considerase un inútil. Está bien, lo reconozco, sin su ayuda habría estado perdido.

La nota de Esme estaba apoyada sobre un violetero en el que habían puesto dos fresias. Preparé una bandeja con todo y subí a nuestra habitación.

Bella aún dormía, todo parecía estar bien. El ritmo de su corazón era estable y su respiración pausada, rítmica y profunda. Por tercer día desde mi regreso iba a despertar a mi amor, por primera vez a mi mujer. Ese pensamiento me hizo muy feliz y muy desgraciado al mismo tiempo. ¿Cuántas veces más podría despertarla de su sueño? Iba a echar tanto de menos velarla mientras dormía...

—Bella, amor, despierta...

—Cinco minutos más papá... -no pude evitar reírme.

—Isabella -la llamé intentando imitar la voz de su padre-, hora de levantarse pequeña...

—¡Aahh! Hoy no quiero ir al cole -susurró.

Cogí una de las flores y la pasé por su hombro desnudo. Ella se revolvió, dejando al descubierto su pecho. Con los pétalos de la flor acaricié el camino desde su cuello a su pezón, ganándome un suspiro, para hacer a continuación el camino de regreso a su cara, acercando la flor a su pequeña nariz para que pudiese apreciar el aroma.

—Buenos días -insistí-. Te traje el desayuno.

Bella se sentó en la cama y se estiró para desentumecer los músculos. En ese momento se dio cuenta de su desnudez y se tapó los pechos con sus brazos, sonrojándose. Apoyé la bandeja a los pies de la cama y me dirigí a mi armario para coger una de mis camisetas. Me acerqué a ella y le ayudé a ponérsela.

—Tengo hambre -me dijo.

—Todo tuyo -le dije mientras ponía la bandeja sobre sus piernas.

—La casa está muy silenciosa -Bella me miraba esperando mi respuesta- ¿Dónde están todos?

—Se han marchado cielo. Nos esperan en Denali.

—¿Denali? ¿No era allí a donde se fue Laurent? -preguntó.

—Exacto, allí hay otra familia como la nuestra -le expliqué-. Viven apartados de los humanos en una cabaña en medio del bosque. Carlisle cree que es un buen lugar para pasar tu conversión y los primeros días, hasta que seas capaz de controlarte un poco. Nuestro avión sale hoy por la tarde. Nos recogerán en Anchorage. Después nos queda un viaje de casi cuatrocientos kilómetros por carretera.

—¿Ya? -podía verlo en sus ojos, podía ver la incertidumbre, en cierto modo el miedo.

—Bella, amor, no tenemos mucho tiempo. Lo sabes -le dije.

—Es sólo que todo es perfecto ahora. Soy realmente feliz. No quiero que nada cambie -me confesó mientras comía.

—No lo hará cielo. Te prometo, no, te juro que haré lo imposible para que seas feliz.

—Lo sé -me contestó mientras acariciaba mi mejilla-. Sé que lo harás. ¿Puedo llamar a Charlie para despedirme? -me pidió.

—Cielo, no tienes ni que preguntarlo. Aunque yo había pensado pedirle que nos llevara al aeropuerto...

—Será mejor que no -me dijo-, Charlie no se irá hasta que hayamos embarcado y ¿cómo vamos a explicarle que vamos en la dirección opuesta? Será mejor ir en taxi.

—Como tu quieras Bella. ¿Terminaste? -Ella asintió y retiré la bandeja de sus piernas, dejándola en el suelo, para volver a sentarme a su lado y abrazarla.

—¿Puedes dejarme sola un momento para hablar con él?

—Claro -le contesté mientras le tendía el móvil-. Estaré en la cocina, recogiendo ésto ¿de acuerdo? -Ella asintió.

Me costó muchísimo dejar sola a Bella en ese momento. Ella adora a Charlie y no saber si iba a volver a verlo... era muy duro para ella. Alejarse de Charlie y de Reneé iba a resultarle muy difícil y doloroso. Le dí unos cuantos minutos a solas para hablar con Charlie y después volví a su subir para ayudarla. Cuando llegué a la puerta pude oírla sollozar.

—No me hagas esto Jake... -Bella lloraba, sufría-. Por favor, Jake, por favor... No, no me hagas esto...

Un minuto de silencio, sólo quebrado por los sollozos de Bella, aunque se notaba que trataba de controlarse, no lo conseguía.

—Él es mi padre Jake. No puedes prohibirme ver a mi padre. No sé si volveré a verlo, si podré verlo alguna vez por su propia seguridad, pero que tú me lo impidas ¡Es tan injusto Jacob!

Otro silencio.

—¡Es mi elección, maldita sea! ¡Entiéndelo! Le elijo a él porque lo amo. ¿Por qué haces ésto Jake? Sabes que ellos jamás le harán daño a nadie. Jamás permitirán que yo lo haga tampoco.

Bella permaneció callada un minuto, pude oír que Jacob hablaba, pero no podía entender claramente lo que estaba diciendo.

—Escúchame bien Jacob Black. Yo nunca te he engañado. Nunca he hecho nada para que pienses eso. Yo siempre te he querido, te quiero, como a un buen amigo, a un hermano, pero jamás, me has oído, jamás alenté nada. Y no hago ésto por miedo. Lo hago por amor. ¿Eso es lo que quieres? ¿Que yo me muera triste y sola?

Lo siguiente que dijo Black fue perfectamente audible para mí. Lo gritó, con toda su capacidad pulmonar.

¡Prefiero verte muerta antes que verte convertida en una asquerosa chupasangres! ¡Maldigo el día en que decidiste venir a vivir aquí! ¡Maldigo el día en que le conociste!

Bella rompió en llanto, irrefrenable, inconsolable. Decidí entrar. Bella estaba sentada en medio de la cama, con sus piernas cruzadas, sus manos cubriendo su rostro, su cuerpo temblando, parecía resultarle muy difícil conseguir aire. Al lado de sus piernas reposaba el teléfono, con la pantalla aún brillante tras cortar la comunicación. Me acerqué a ella y la arrastré hacia mí. Aparté sus manos con cuidado y besé cada mejilla, bebiéndome sus lágrimas. La abracé acariciando su pelo y depositando en él pequeños besos.

Los minutos que transcurrieron mientras ella se tranquilizaba parecían eternos. Cuando finalmente se calmó, levantó su cabeza y me miró.

—¿Lo has oído?

—Sólo el final -le confesé.

—Me odia -susurró.

—No Bella -le aseguré-, no lo hace. Él te ama. ¿Cómo podría ser de otra manera? Es imposible no amarte.

—¿Alguna vez deseaste no haberme conocido? -me preguntó.

—Bella... -sujeté su rostro entre mis manos, alzándolo un poco para que me mirase a los ojos mientras le hablaba-. Todos los días bendigo el momento en el que decidiste venir a vivir aquí. Cada día agradezco al cielo que te pusiera en mi camino, mi ángel... Sólo lamento que todo sea tan difícil. Especialmente para ti, amor... Ese es mi deseo. Que todo pudiese ser más fácil, más sencillo. Pero te amo, y no me importa lo difícil que pueda parecer todo ahora. Sé que lo superaremos. Juntos.

Bella me miraba, los ojos tristes, llenos de lágrimas. Las mejillas rojas por el agua salada.

—No tienes ni idea de cuánto te amo -me dijo.

—Solía creer que yo te amaba más, pero me has demostrado que estaba equivocado. Tú me amas tanto como yo a ti. Sólo el amor más grande podría perdonar todo el daño que te he hecho -le aseguré-. Sólo quisiera borrar todo el dolor que te causé.

La abracé y la besé, sujetándola por detrás de sus rodillas la acerqué más a mí, hasta sentarla sobre mis piernas. Un beso tierno, nacido de la tristeza y la pena de Bella se estaba convirtiendo en un beso sensual, devolviendo a mi cuerpo todo el deseo que habíamos experimentado la noche pasada.

—Bella, cielo... -casi costaba respirar-, tenemos que irnos...

—¿Ahora? -susurró entre beso y beso.

—Ahora -dije no muy convencido-. Bella... perderemos el avión.

—Está bien -refunfuñó- ¿hay que hacer las maletas?

—No, Alice ya se encargó de todo. Sólo tenemos que ir al aeropuerto. Voy a pedir un taxi.

Escapé de la habitación. Cinco minutos más y no habría sido capaz de salir de esa habitación en horas, días...

Llamé a la compañía de taxis desde el despacho de mi padre y permanecí allí durante unos minutos. El tiempo necesario para que Bella se arreglase. Entrar de nuevo allí y encontrármela llevando una de mis camisetas... No, no sería capaz de irme. Se veía increíblemente sexy en la amplia camiseta. La tela fluía sobre su cuerpo destacando suavemente ciertas partes de su anatomía. Sus pechos despuntaban, sus caderas se dibujaban, las curvas de su trasero resaltaban... cada curva de su cuerpo se acentuaba bajo la suave tela de algodón.

Un golpe me sacó de mi ensoñación. Fue un golpe seco seguido por el sonido del cristal rompiéndose.

—¡Bella! -grité mientras subía las escaleras corriendo.

Cuando abrí la puerta de la habitación me la encontré arrodillada en el suelo. Las fresias estaban encima de nuestra cama, ella estaba recogiendo los trozos de cristal del violetero y los metía en la papelera que tenía al lado.

—¿Bella? ¿Bella? ¿Estás bien amor? -pregunté nervioso mientras me acercaba a ella.

—Lo... lo siento -se disculpó- no quería romperlo... -una lágrima asomaba a sus ojos.

—No llores cielo, sólo era un florero. No pasa nada.

La sujeté por las manos y la ayudé a levantarse. El olor de su sangre me golpeó, mire sus rodillas. Un pequeño cristal se había clavado allí.

—Ven, siéntate, déjame que te limpie esa herida -le pedí.

—No hace falta, sólo dame un poco de alcohol y yo lo hago...

—No pasa nada, ésto ya no me molesta -le confesé- el miedo a perderte anula cualquier deseo de tomar tu sangre... -Ella me miró, en sus ojos brillaba una emoción que no pude reconocer- ¿Qué? -pregunté.

—Entonces... -empezó.

—Entonces ¿Qué? Bella... -volví a preguntarle.

—¿Podrás hacerlo tú? -me dijo.

—Lo intentaré Bella -le aseguré-. Te lo prometí.

Terminé de curarle la herida en el mismo momento en que oímos el claxon del taxi.

—Vamos cielo. ¿No queremos perdernos nuestro vuelo, verdad?

Bella terminó de vestirse y bajamos. El viaje hasta el aeropuerto fue aparentemente tranquilo. El silencio reinaba en el interior del coche. Bella se quedó dormida en mis brazos. Bajo mi aparente tranquilidad bullía la ira, los celos... Aquel taxista no dejaba de mirar a Bella. Desde mi lugar en el asiento trasero podía notar que el espejo retrovisor no estaba colocado para ver la calzada, sino para ver a Bella. Miraba a mi mujer con deseo... tenía ganas de partirle la cara...

Le pagué y saqué a Bella del taxi. Mi hermosa Bella... demasiado hermosa para su propia seguridad. Pero eso cambiaría muy pronto. Muy pronto ella sería tan fuerte como yo. Ella estaría a salvo de todo, estaría a salvo de enfermedades, de accidentes...

Desperté a Bella para tomar nuestro avión y tan pronto como nos acomodamos en nuestros asientos le abrí mis brazos para que volviese a descansar en ellos. El viaje se le haría más corto si ella dormía.

En Anchorage nos esperaban Alice y Jasper. Bella se había despertado poco antes del aterrizaje y se movía despacio, aún somnolienta, a mi lado.

—Hola Bella -dijo Alice con una sonrisa para luego abrazarla-, hola Edward...

Jasper sólo asintió, saludándonos. El viaje en coche se hizo largo. Bella miraba el paisaje, mientras Alice me informaba de las noticias del último día. Podía sentir a Jasper tantear el ambiente.

¿Que ha pasado Edward?

La pregunta de Jasper me dejó perplejo. Enarqué una ceja esperando que él viese la pregunta en mi gesto.

Está triste... tan triste que duele...

Miré a Bella. Ella seguía mirando el paisaje a través de la ventanilla del coche. Permanecía quieta, callada...

—Bella, amor … ¿estás bien?

Ella sólo asintió sin girarse hacia mí.

Las manos de Jasper se tensaron sobre el volante, sus nudillos aún más blancos de lo normal, su respiración agitada, irregular.

¡Dolor! ¡Mucho, mucho dolor!

Edward, ¡sostenla! -me gritó Alice en su mente.

En ese momento Bella se desplomó en mis brazos.

—¡Bella! -chillé- ¡Bella! Cielo, por favor, no me dejes... No me dejes ahora...

Ella no me respondía, era como una muñeca rota en mis brazos, apenas respiraba.

—¡Hazlo Edward! -me gritó Alice- ¡Hazlo ahora!

Jasper aparcó el coche en el arcén y se bajó.

—"No soportaré el olor de su sangre. Hazlo ya" -pensó mientras cerraba la puerta.

Alice bajó con él, dejándome a solas con Bella.

—Bella, por favor cielo, aguanta un poco más, abre los ojos para mí. Deja que lleguemos junto a Carlisle. No se si podré...

—"¡Hazlo Edward!" -el grito mental de Alice me sobresaltó- "No queda tiempo, no llegaremos"

—No tengo nada para el dolor -les dije sabiendo que me oirían.

—Si no lo haces no tendrás que preocuparte porque tenga dolor nunca más -Alice estaba siendo muy dura- "Se muere Edward, sólo quedan unos minutos" -yo sólo podía sostenerla en mis brazos, mi pequeña y frágil Bella respiraba rápidamente, sin tomar realmente lo que le hacía falta- "¡Edward! Se va ¡Reacciona!" -Jasper intentaba hacerme reaccionar también.

Miré a la mujer que tenía en mis brazos. Mi mujer. En todos los sentidos. Me había hecho sentir, por primera vez en un siglo. Había sentido amor, celos, dolor por la separación, la felicidad absoluta de tenerla de vuelta. No la perdería, no otra vez. La sostuve más fuerte e incorporé su cuerpo acercando su cuello a mi boca. Primero le dí un suave beso.

—Te amo -le dije antes de abrir mi boca y morderla.

7 comentarios:

Ada Parthenopaeus dijo...

Malo Jake como le dice esooo... pobre bella eso fue lo que acelerooo su muerte casi muerte ...Diooooooos cada vez se pone mejooor GO EDWARD GO ..... tu puedes ... Noe miles de feliitaciones por este fic

zenni dijo...

No cabe duda que cada vez se pone mejor esta historia...ahora quiero saber si pudo salvarla o no? que nervios!!!!!

Beth dijo...

Como pegaría a Jake hasta que me dolieran las manos: su discusión es lo que ha provocado esto. Estoy segura que lo hará bien, pero no era necesario llegar a este punto. Lo que no entiendo era la preocupación de Alice por que no perdieran el vuelo: sería por esto?
Espero con unas ansias tremendas el siguiente capítulo:; está superemocionante y muero por saber que va a pasar.
Miles de besos y gracias por compartir con nosotros

diana dijo...

hayyyyyyyyyyyyyyyyyyy noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!! porqp porqqqqqqqqqqqqqqqqqqq

Anónimo dijo...

Te juro por lo que mas amo que tengo ganas de ir romperle su cara al chucho!!!!!! Me calo demasiado y es un estupido idiota. Grrrrrrrr. Hace que gruña pero, por que Alice dijo que no perdiera el avion??? Por lo que paso con Bella??? Y por que Bella tenia tanto dolor??? Por el estupido chucho maloliente?! Neta no entiendo como le duele si tiene a Edward y Jacob esta equivocado. Cuando amas a alguien renuncias todo por esa persona, incluso tu propia felicidad.
Bueno, sabes que espero con ansias esta historia, y la de Hombre de Alquiler claro. Adoro esas historias y El precio de mi vanidad. Por fa, no tardes demasiado. Me tienes con ansias.

Atte Mary 100% Twilight

Anónimo dijo...

Dios porque es tan malo,bueno en realidad no lo sabemos,solo estava cabreado o es malo de vardade,pobre Bella tanto dolor y sufrimiento. No me extraña que no aguantara mas,por favor que tenga tiempo para salvarla,si clraro que sin o eso espero.Esta preciosa la historia me tiene encantada me passo la semana pensando que pasara en el siguiente capitulo.Sigue por favor,un beso.........hasta la semana que viene.

Betss dijo...

AH! como nos dejas asi, con lo bueno que esta el capi como un lobito puede ser tan malo, pero por eso lo adoramos no?
YA quiero el que sigue y tu matandonos con el supenso enserio que estas mejorando en ello ehh!!!.

Por que es imposible ignorar una sonrisa como esta . . .

Por que es imposible ignorar una sonrisa como esta . . .

Con todo mi amor para mis lectoras.

A mis lectoras:
Si aveces me pierdo por algunos días, si me retraso con las historias o si les he fallado y no he sido responsable con el calendario de publicaciones, no es por que no las quiera, o que no las respete como mis lectoras, lo que pasa es que antes que el blog está mi familia, mis estudios, las personitas que amo y me necesitan.
Pero les juro que cada ratito libre que encuentro en mis días lo dedico a pensar en uds, en tratar de avanzar con mis historias, en de vez en cuando renovar la imagen del blog y en estar presente para cualquiera de uds que me necesite. Si hay algo que les puedo asegurar es que cada una de las Historias que he comenzado en este blog, que sean de mi autoria JAMÁS quedarán sin final. Son mis bebés, y una madre jamás deja a sus hijos. Así sea que me cuesten lágrimas de frustración, bloqueos mentales y una que otra grosería cuando mi cabeza se quede en blanco, les prometo que haré todo lo que esté a mi alcance para no dejarlas sin el tan esperado final.
Desde ya les digo que las amo, que cada una de uds, las que comentan, las que anónimamente pasan, las que siempre tienen una palabra de apoyo cuando la necesito merecen todo mi respeto, cariño y gratitud. Son las MEJORES lectoras, siempre esperando pacientemente sin quejas. Soy una agradecida de la vida por tenerlas conmigo.
Sin mi Pola y sin Ustedes este sueño de poder escribir no sería realidad.

Presentación del Blog

Hola!!! Mi nombre es Angylito soy de Chile y este es mi hogar, mi pedacito de Cielo en la tierra. En este Blog podrán leer hermosas historias relacionadas con la Saga de Twilight (SM). Porque como ya dije, Esto no termina con el Libro Amanecer, no mientras todas las fans tengamos imaginación para continuar la historia.

Aquí no solo encontrarán Fics o OneShots escritos por mí, ya que cuento con varias historias de otras Autoras que más que eso son mis amigas. Espero que Comenten y que suspiren con cada una de ellas.

Advertencia:
La mayoria de los fics son para mayores de 16 o 18 años, y/o gente con mentalidad abierta por *lemmon... asi que Los fics tienen clasificacion (Raiting) para que los puedas identificar:
M - (Adultos)
T - (Adolescentes)
K - (Para todas las edades)

*Lemmon : Situaciones Sexuales explícitas


Otra sonrisa que no puedes ignorar...

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Mi amado Jackson Rathbone ♥
DISCLAIMER
LA MAYORIA DE LOS NOMBRES Y PERSONAJES LE PERTENECEN A STEPHENIE MEYER
ALGUNOS CUANTOS PERSONAJES LE PERTENECEN A SUS RESPECTIVAS AUTORAS
Y LAS IMAGENES O VIDEOS DE LAS PELICULAS DE LA SAGA DE TWILIGHT SON PROPIEDAD DE SUMMIT ENTERTEINMENT

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BIENVENIDAS A MI MUNDO "Este es mi Pedacito de Cielo en la Tierra"

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