N/A: Ok! aquí les dejo el capítulo, aquí ya son las 00:28 minutos, por lo que ya es martes, subo el capítulo por que no se si mañana en la mañana pueda hacerlo, y es que tengo examen en la u a las 10, y luego saldré con unas amigas por ahí. Así es que me aseguro y les dejo el capítulo ahora. Mejor antes que tarde no? Espero que les guste, este capitulo da inicio a una etapa del fic :) Besitos y las amo!! ah!! y maybe el sábado suba un capítulo sorpresa jajajaj puede pero solo puede que sea el de Fate has brought us here, eso depende de que tan bien se porten. lalala
Placenteros y Culposos
“El amor es irracional. Cuanto más quieres a alguien, menos lógica tiene todo”
Edward Pov
Esta era lejos la cita más complicada que habría tenido alguna vez. Por primera vez no sabía cómo enfrentarme a una mujer. Y no es que fuera una mujer cualquiera, era más que eso, era la mujer de la que yo estaba enamorado de pies a cabeza.
La única a la cual le estaba perdonando todo, la única a la que le permitía tratarme como el plato de segunda mesa.
Así me sentía, pero estaba consciente de que yo le estaba permitiendo tratarme así. Lo aceptaba porque realmente la amaba y realmente quería jugármelas por ella.
Las dos horas pasaron rápido, después de mi baño me vestí y me di vueltas por toda la casa antes de salir, supongo que por los nervios.
Saqué mi volvo del garaje, ya que lo habían traído esta mañana desde el taller. Era tiempo de sacar la revisión técnica, por lo que había tenido que dejarlo en el taller mecánico por un par de semanas.
Sonreí cuando sentí el suave ronroneo del motor de mi auto. Me sentía de mejor humor. Pero luego recordé a lo que iba.
“La prueba de fuego”.
Aparqué a solo una cuadra de la cafetería. Y me dirigí caminando hasta allí. Desde los grandes ventanales de la vitrina podía verla a ella, sentada, jugando nerviosamente con una servilleta de papel en las manos.
Sentí lastima por verla así. Pero traté de no ser débil. Di un audible y fuerte suspiro y caminé hacia la puerta de corredera de la cafetería. Una campanilla anunció mi entrada. Vi como ella volteaba a mirar en mi dirección y alzando una mano me saludó e invitó a sentarme en la mesa que ella ya tenía reservada por ella.
Caminé como si me dirigiera a mi funeral. Estaba más ansioso que nervioso. Y es que ella se veía de la misma forma.
Me acerqué a ella y le salude con un beso en la mejilla. Sentir el calor de su piel en mis labios era el placer más exquisito que podía sentir después de esta con ella físicamente. Me alejé lo antes posible de ella, sintiendo la picazón en mi piel ante la lejanía.
Nos sentamos y ordenamos un almuerzo típico de la cafetería. Patatas fritas con pollo a la mostaza. Una gaseosa y de postre una tartaleta de frutas silvestres.
Comimos en silencio.
No podía dejar de verla. Tenía el cabello levemente mojado en las puntas, como si recién se hubiera dado un baño. Tenía un poco de ojeras que hacían resaltar el verde de sus ojos. Al parecer yo no había sido el único que pasó mala noche.
…O tal vez era otra la razón por la que ella no había dormido… Sacudí mi cabeza ante las imágenes que me llenaron la mente. Y gruñí ante lo estúpido que estaba siendo.
Ella no pareció notarlo, estaba distante. Quizás su cuerpo estaba frente a mí pero su mente no. La volví a mirar, en busca de un ápice de maldad en su mirada, pero lo único que podía ver era la tristeza que de ellos emanaban, mientras indagaba me perdí en la hermosura de la transparencia que esas orbes tenían. Sus ojos tenían un color atrapante. Verdes con pequeños destellos dorados y en los bordes líneas de un verde un poco más oscuro.
Estaba acostumbrado un poco a su silenciosa presencia, pero ahora se me estaba volviendo un poco incómoda, miré en dirección a lo que ella estaba mirando y me di cuenta que estaba en un punto ciego, entre el plato de su comida – intacta- y el pequeño espacio que quedaba entre su plato y la gaseosa –que también estaba llena.
Quise preguntarle si estaba bien, me estaba preocupando, tenía ganas de estar enfadado con ella, pero no podía. No quería sentir eso, y es que si todo salía mal, quería guardar solo los buenos momentos con ella, y esperaba tener la posibilidad de al menos despedirme de ella con un beso. Eso claro, antes de alejarme definitivamente de ella.
El silencio se rompió.
-Edward… yo…
Mi corazón comenzó una carrera invisible, una carrera que no tenía una meta a la cual llegar.
-¿Qué sucede Bella?.
Yo quería mostrarme sereno, no por mí, sino por ella, no me gustaba verla sufrir, prefería mil veces sentirme yo así.
La miré y aún seguía jugando con aquella servilleta y a ratos mordía su labio inferior como si estuviera dudando en decir las palabras que claramente estaban atoradas. Ese gesto me distrajo, aunque ella mordiera sus labios por el nerviosismo, no pude dejar de recordar ese mismo gesto, pero que unos días antes había sido uno de placer.
Ella se quedó en silencio, y yo no la presioné para que hablara. Supongo que tenía miedo de lo que inevitablemente tendría que oír. Y todo indicaba que no serían las mejores noticias para mí.
Al parecer ella ya había elegido y estaba casi seguro de que no era yo su elección ahora.
Fue ella quien rompió el incómodo y eterno silencio que se había adueñado de la escena.
-Jake fue a verme ayer.
Mi corazón que había estado a la carrera se detuvo de golpe y por un instante sentí como el aire se me hacía escaso, como me dolía respirar.
Ella agachó su mirada. Y yo a imité.
Luego continuó.
-Edward… yo…
Ya no quería seguir escuchando. Apreté mis manos en un puño y sentí como me dolieron los nudillos, pero no me importó.
Tragué saliva mientras pensaba que decirle.
¿Debía callarla?, ¿querría escuchar lo que ella tenía para decirme?¿Esta sería acaso nuestra última cita?. No, no quería perderla.
El dolor de haberla visto con él no era nada, nada comparado con el dolor que sentía al creerla perdida. No podía dejarla, no quería alejarme de ella. Dios no podía permitirlo. ¿No lo haría verdad?.
-No quiero mentirte.
Se volvió a callar. Y pude ver la verdad ante mis ojos. Ella iba a dejarme.
Mis esperanzas se estaban desmoronando como cual edificio endeble en medio de un terremoto. La base de mi vida, la razón por la que me mantenía de pié ya no estaría y yo no podía pararme sin ella. El amor me estaba volviendo loco.
Ella volvió a abrir sus labios y yo por sobre todo quería detenerla, pero nada en mi funcionaba, mis manos no querían levantarse, mis labios no querían moverse para hablar y parar esta pesadilla. De pronto ella lo soltó todo de golpe. Como si las palabras salieran por si solas, como si ella no pudiera detenerlas. Pero sentía como si ella quisiera hacerlo.
-Ayer… Jacob me besó.-hiso una breve pausa y continuó.- Como te dije, no quiero mentirte Edward, no te lo mereces, pero con ese beso me pasaron muchas cosas.
Sentí mi cara desmoronarse, quería salir corriendo. Me dolía el recuerdo, sentí por primera vez mi corazón desaparecer. Si ayer se había roto, hoy simplemente se había hecho añicos. No es que me estuviera diciendo algo de lo que yo no estaba enterado. Pero lo que me estaba lastimando era el hecho de que reconociera que ese beso no le era indiferente.
-Pero…
¿Ella tenía un pero? La esperanza estaba creciendo de nuevo. Debía detenerla antes de que ya no pudiera hacerlo. Necesitaba saber lo que seguía después de esa palabra que no me decían nada y solo me confundía más.
-Pero qué Bella. Ya suéltalo. –Le rogué a pesar de mi miedo.
-Pero aunque sé que lo amo, yo no puedo estar con él. Yo… no quiero estar con él.
¿Qué no quería estar con Jacob?, pero cómo si yo la vi, claramente ella estaba entregada a él. Yo lo vi. Vi como le correspondía ese beso. No entendía nada ahora.
-No te entiendo Bella.
-Edward, ayúdame a olvidarlo. Por favor, te necesito.
Ella rompió en llanto. Y no fui capaz de negarme. Tenía el corazón roto. Sabía que esto no terminaría bien. Pero yo también la necesitaba.
-A qué te refieres con eso.
-Que quiero estar contigo, quiero que me quites el sabor de esos besos, quiero que con tu cuerpo me hagas olvidar el suyo, así o más claro.
Su voz no era débil como antes, ahora estaba casi gritando y no era el lugar para eso.
Mi cuerpo reaccionó ante sus palabras y la desee tanto que quise pararme de la mesa, cruzar a zancadas y tomarla en mis brazos y amarla, sentirla y besarla hasta que mis labios y los suyos dolieran.
-Bella… deja de llorar sí?
-No puedo
Sus ojos brillaban, mientras mis ojos también se habían nublado pero no era de tizteza, era de alegría, de fe, ella no me dejaría. Aún podía luchar contra el sentimiento que ella tiene por él-
-Te amo Bella, aunque se que tu no a mí. Pero si quieres luchar, si quieres olvidar, estoy dispuesto a ayudarte. Pero hay algo que quiero pedirte.
-Lo que tú digas.
-Que siempre seas sincera conmigo. Así como lo has sido ahora, pero para poder ayudarte, necesito que aunque lo que me tengas que decir me lastime, me lo digas igual, no dudes que será mejor así.
-Lo prometo. Me tomó las manos con fuerza, mientras me miraba directo a los ojos, no había razón para dudar de ella, porque la conocía, porque sabía que esos verdes ojos eran como un lago, un lago donde podías ver claramente el fondo.
Quería salir de este lugar, estar a solas con ella y no rodeado de tantos desconocidos.
-Ahora… ¿te parece si nos vamos?
-¿A dónde?. – Me miró sorprendida. Pero claramente dispuesta.
-A donde tú quieras. – No tenía un sitio específico al cual quisiera ir. La llevaría donde ella me lo pidiera. Con tal de estar solos.
-Llévame al cielo. Hazme tocar las estrellas. – Su respuesta me hizo sacar una sonrisa. Y ella también lo hiso, con su mirada más coqueta, con los ojos aún húmedos, pero ya no caían lagrimas.
La esperanza otra vez estaba intacta. Y más fuerte que nunca. Ahora jugaría bien mis cartas. Ahora le daría todo para que pudiera olvidarlo. Y sería todo lo que ella quisiera. Me convertiría en todo lo que ella necesitara.
Iba a pedir la cuenta pero recordé que su plato aún estaba lleno.
-Un momento.
-¿Qué pasa Edward?.
-No iremos a ningún lado hasta que termines tu comida.
Ella miró su plato, y me miró a mí. De pronto estalló en una carcajada. La miré incrédulo, no le veía la gracia a mis palabras.
-¿Qué es tan gracioso si se puede saber?.
-Que me acabas de hablar como si fueras mi papá. Y hasta pareces uno. – hablo atajando las ganas de reír. “era mala disimulando”.
-¿Tu papá, porqué?
-Sí, sonaste igual a él. Y te has cruzado de brazos igual como lo hacía él cuando me regañaba de niña.
Mire mi brazos y ella tenía razón, yo no me había dado cuenta en qué momento había fruncido el seño ni menos que tenía los brazos cruzados frente a mi pecho. Los colores se me vinieron al rostro y sentí mis mejillas arder. Maldición, me había sonrojado.
Estalló en risas cuando vio mi reacción, y vi como esa alegría le llegaba a los ojos, lo peor había pasado, relajé la postura y me reí con ella. Todo estaba bien ahora, volvíamos a reír como niños.
¿Cómo habíamos pasado de estar en la más tensa e incómoda de las situaciones a reír como si nada? ¿Cómo ella conseguía destrozarme el corazón en mil pedazos y armarlo como si fuera un rompecabezas solo con sus palabras, solo con su risa?.
La respuesta era fácil. Ella tenía ese poder en mí. Solo por ser ella. Y porque así la amo.
<<Con ella todo era así de fácil>> Bella fue sincera conmigo, admito que no tenía fe en que ella me contaría todo, este gesto se agradecía.
-“Sí, definitivamente ella había pasado su prueba de fuego”.
8 comentarios:
Ahhhhhhhhh!!! Me encanto!! Aunque me senti como Edward, al principio estaba queriendo matar a Bella por hacermelo sufrir tanto, y luego estaba feliz porque le dio la oportunidad que el tanto queria. Me encanta esa pareja!!!Ahhh!! Gracias Angy!! Hoy quedo complacida, no como ayer que todavia sigo creyendo que es crueldad!!, jajaja!! Espero con todo mi corazon que de verdad puedas sorprendernos el sabado,Cariños desde Puerto Rico!!
MEnos mal Bella eligio estar con el...quien no lo quisiera para olvidar a otro...aunque cueste Edward es el mejor remedio!!!
buenisimo Angy!!!
Besitos grandes!
*NENY W CULLEN*
Siiiiiiiiiiiii.....Me encanto. Estoy feliz...Muy buen capitulo amiga...Que coste que yo siempre cumplo con mi tarea...No me olvido de dejar comentarios...Se lo importates q son para ti...BESOS y me gusta que estes de vuelta
hayyyyyyyyyyyyyyyyyyy 1ºsiii vamos edward!!! vamos hacer olvidar al chucho ese jajajajja
wow Angi te cudo super el capitulo, que noble bella al contarle de su encuentro con Jake unca me imagine que se lo fuera a contar , esperamos anciosas el proximo capi.
Besos LAdy
Chica lista esta Bella. No se arrepentirá en la vida de su elección, por supuesto. Lo mejor se lo lleva ella.
Me encanta
Mensiiita mi amor yo aqui leyendodte hasta ahora ya sabes todos lo que sucede... y pues mi lap fue formateada a sumale que le dañe la tecla espaciadora(manitas creativas...)asi que aqui estoy simpelmente delicioso mi amor, me gusta la sinceridad de Bells, aqun duelan las verdades hay que decirlas lo he aprendiioo...cada capitulo siento mas amor por ella y por ellos.... te amooo mi Nalla
prometo portarme bien¡¡¡ angy devras ojala y no sdes la sorpresa de fate has brought us here pliss, besos cariños y suerte en la U¡¡
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